Río de Janeiro (AP). Un científico holandés asegura haber descubierto una nueva especie de pecarí de más de un metro, casi el doble del tamaño de otros puercos del Amazonas.
Otros expertos afirman que si bien se hace necesario una mayor investigación para confirmar si se trata de una nueva especie, el hallazgo es posible y además suma argumentos para realizar más esfuerzos en favor de preservar el hábitat de la selva.
El hallazgo, publicado en la edición del 29 de octubre de la revista científica alemana Bonner Zoologische Beitrage, es el más reciente de una cadena de nuevas especies identificadas por Marc van Roosmalen desde 1996.
El éxito de van Roosmalen en descubrimientos de nuevas especies en el Amazonas le ha ganado reconocimiento internacional. En junio último también le ganó una sentencia de 16 años de cárcel por subastar los derechos de los nombres de las nuevas especies para preservar su hábitat, en una condena que ya apeló.
Van Roosmalen afirma que descubrió el pecarí -un tipo de puerco salvaje que apodó de Pecarí maximus- por accidente en el 2000 mientras buscaba nuevas especies de simios.
“Sentí que había algo detrás de mí y cuando miré por encima de mi hombro vi tres enormes pecarí caminando en fila”, dijo van Roosmalen en una entrevista telefónica desde su residencia en la ciudad amazónica de Manaus.
“Llegaron y desaparecieron como fantasmas sin hacer ningún ruido, lo que es atípico de los pecarí, que siempre se mueven haciendo mucho ruido”, agregó.
Indicó que madereros locales le confirmaron la existencia de un pecarí gigante llamado caitetu munde que significa pecarí gigante que vive en pareja en la lengua indígena Tupi.
Van Roosmalen dijo que el pecarí era destacable porque viajaba en pequeños grupos, generalmente dos adultos, en ocasiones acompañado por dos animales más jóvenes, mientras que las otras especies se mueven en grandes grupos.
Los análisis de ADN de los tres animales capturados mostraron más tarde que el animal era diferente a otras especies relacionadas como el Pecarí tajacu de hace entre un millón a 1,2 millón de años, poco después que el río Madeira creció de un pequeño riachuelo a un enorme caudal que permitió que las especies evolucionaran de forma separada, dijo van Roosmalen.
Aseguró que los pequeños grupos de pecarí gigante los hacen más vulnerables en la medida que más seres humanos se adentran en la alguna vez prístina región selvática y pueden ser cazados con perros, que no logran arremeter contra grandes grupos de puercos.
El gran tamaño del pecarí y de unos 40 kilos, también lo hace muy atractivo a cazadores en busca de carne. Generalmente es del doble del tamaño de puercos.
Científicos que no están relacionados con el estudio mostraron un moderado entusiasmo.
“El posible descubrimiento de una nueva especie de pecarí es muy emocionante... considerando los recientes descubrimientos de nuevas especies de mamíferos en el Amazonas”, dijo Alexine Keuroghlian, investigadora en la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje. “Sin embargo, con base a la información del artículo... creo se hace necesario investigar más”.
Keuroghlian aseguró que algunas especies ya conocidas de pecarí muestran algunos de los mismos comportamientos descritos por van Roosmalen, aunque destacó el valor de las pruebas de ADN y al cráneo del animal.
También coincidió con van Roosmalen sobre la urgente necesidad de proteger la región del estudio tomando en cuenta “los descubrimientos de nuevos primates... y posiblemente un nuevo pecarí”.
Van Roosmalen dijo que creyó importante publicar rápidamente su estudio para llamar la atención sobre su trabajo científico en medio de su condena judicial.
Algunos de los cargos incluyen mantener animales en su casa sin autorización y subastar los derechos de los nombres de las nuevas especies, un derecho que la corte dice que pertenece al gobierno.
Van Roosmalen estuvo encarcelado casi dos meses antes de que su abogado consiguiera su libertad el pasado 7 de agosto.
El abogado de van Roosmalen dice que los cargos fueron impulsados por madereros locales que temen que los nuevos descubrimientos puedan interferir en sus esfuerzos por adentrarse en la región entre los ríos Madeira y Tapajos.
La zona donde van Roosmalen descubrió el pecarí y otras especies -la mayoría primates- yace en los alrededores de Nova Aripuana, donde el número de aserraderos creció de dos en el año 2002 a 14 actualmente
Otros expertos afirman que si bien se hace necesario una mayor investigación para confirmar si se trata de una nueva especie, el hallazgo es posible y además suma argumentos para realizar más esfuerzos en favor de preservar el hábitat de la selva.
El hallazgo, publicado en la edición del 29 de octubre de la revista científica alemana Bonner Zoologische Beitrage, es el más reciente de una cadena de nuevas especies identificadas por Marc van Roosmalen desde 1996.
El éxito de van Roosmalen en descubrimientos de nuevas especies en el Amazonas le ha ganado reconocimiento internacional. En junio último también le ganó una sentencia de 16 años de cárcel por subastar los derechos de los nombres de las nuevas especies para preservar su hábitat, en una condena que ya apeló.
Van Roosmalen afirma que descubrió el pecarí -un tipo de puerco salvaje que apodó de Pecarí maximus- por accidente en el 2000 mientras buscaba nuevas especies de simios.
“Sentí que había algo detrás de mí y cuando miré por encima de mi hombro vi tres enormes pecarí caminando en fila”, dijo van Roosmalen en una entrevista telefónica desde su residencia en la ciudad amazónica de Manaus.
“Llegaron y desaparecieron como fantasmas sin hacer ningún ruido, lo que es atípico de los pecarí, que siempre se mueven haciendo mucho ruido”, agregó.
Indicó que madereros locales le confirmaron la existencia de un pecarí gigante llamado caitetu munde que significa pecarí gigante que vive en pareja en la lengua indígena Tupi.
Van Roosmalen dijo que el pecarí era destacable porque viajaba en pequeños grupos, generalmente dos adultos, en ocasiones acompañado por dos animales más jóvenes, mientras que las otras especies se mueven en grandes grupos.
Los análisis de ADN de los tres animales capturados mostraron más tarde que el animal era diferente a otras especies relacionadas como el Pecarí tajacu de hace entre un millón a 1,2 millón de años, poco después que el río Madeira creció de un pequeño riachuelo a un enorme caudal que permitió que las especies evolucionaran de forma separada, dijo van Roosmalen.
Aseguró que los pequeños grupos de pecarí gigante los hacen más vulnerables en la medida que más seres humanos se adentran en la alguna vez prístina región selvática y pueden ser cazados con perros, que no logran arremeter contra grandes grupos de puercos.
El gran tamaño del pecarí y de unos 40 kilos, también lo hace muy atractivo a cazadores en busca de carne. Generalmente es del doble del tamaño de puercos.
Científicos que no están relacionados con el estudio mostraron un moderado entusiasmo.
“El posible descubrimiento de una nueva especie de pecarí es muy emocionante... considerando los recientes descubrimientos de nuevas especies de mamíferos en el Amazonas”, dijo Alexine Keuroghlian, investigadora en la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje. “Sin embargo, con base a la información del artículo... creo se hace necesario investigar más”.
Keuroghlian aseguró que algunas especies ya conocidas de pecarí muestran algunos de los mismos comportamientos descritos por van Roosmalen, aunque destacó el valor de las pruebas de ADN y al cráneo del animal.
También coincidió con van Roosmalen sobre la urgente necesidad de proteger la región del estudio tomando en cuenta “los descubrimientos de nuevos primates... y posiblemente un nuevo pecarí”.
Van Roosmalen dijo que creyó importante publicar rápidamente su estudio para llamar la atención sobre su trabajo científico en medio de su condena judicial.
Algunos de los cargos incluyen mantener animales en su casa sin autorización y subastar los derechos de los nombres de las nuevas especies, un derecho que la corte dice que pertenece al gobierno.
Van Roosmalen estuvo encarcelado casi dos meses antes de que su abogado consiguiera su libertad el pasado 7 de agosto.
El abogado de van Roosmalen dice que los cargos fueron impulsados por madereros locales que temen que los nuevos descubrimientos puedan interferir en sus esfuerzos por adentrarse en la región entre los ríos Madeira y Tapajos.
La zona donde van Roosmalen descubrió el pecarí y otras especies -la mayoría primates- yace en los alrededores de Nova Aripuana, donde el número de aserraderos creció de dos en el año 2002 a 14 actualmente
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