Madrid. (EUROPA PRESS).- Un trabajo dirigido por el Museo Victoria en Melbourne (Australia) desvela esta semana en la revista 'Nature" las características de un espécimen de 380 millones de años de antigüedad de un embrión conectado por un cordón umbilical a su madre.
El descubrimiento, una nueva especie en sí misma, revela una biología reproductiva avanzada comparable a la de algunos tiburones y rayas modernos.
Los placodermos, extinguidos hace largo tiempo, eran un grupo de peces amplio y diverso que se cree que fueron los vertebrados con mandíbulas conocidos más primitivos.
El fósil descubierto por los investigadores, dirigidos por John Long, muestra que no eran tan primitivos como para no poder reproducirse jóvenes. La reliquia procede de la Formación Gogo del Devoniano Tardío en Australia y representa una nueva especie de placodermo conservado en el momento de dar a luz.
Ejemplos en el registro fósil de animales que dan a luz son muy raros y este nuevo espécimen extiende el registro conocido de nacimientos en unos 200 millones de años. Los autores han dado nombre al fósil en honor de David Attenborough, que fue el primero en prestar atención a los yacimientos de peces en Gogo en la serie de 1979 'Vida en la Tierra".
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